“Los soberbios se burlaron mucho de mí, Mas no me he apartado de tu ley. Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y me consolé.”
Analicemos primera algunas definiciones de soberbia para que podamos entender lo que quería decir el autor de este salmo. Encontré tres definiciones interesantes:
- Altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros.
- Satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás.
- Cólera e ira expresadas con acciones descompuestas o palabras altivas e injuriosas.
Las palabras clave de estas definiciones son: apetito desordenado por querer ser el “preferido”, envanecimiento de uno mismo con menosprecio a los demás que como resultado expresa cólera e ira con palabras altivas e injuriosas.
La Biblia dice en Proverbios que los soberbios son escarnecedores. Escarnecer es burla o hacer mofa de alguien. La burla, el tono burlón es la característica de los soberbios.
El autor estaba diciendo que los soberbios se habían burlado de él, que lo habían menospreciado, que le habían hecho y dicho cosas altivas, pero que él había confiado en su Palabra.
El perfil de los soberbios nos muestra que son personas que se sienten indispensables, que creen que son 100% independientes, que no necesitan a Dios, que pueden salir por sí solos de cualquier situación que se les presente, tienen la creencia de que todo lo que poseen sean cosas internas o externas son mejores a todas las cosas que tiene su prójimo. Un soberbio no puede pedir la ayuda de nadie, ni siquiera de Dios. Y por eso se burlan de aquellos que confían en Dios al 100%, se burlan de aquellos que se atreven a decir que le pidieron ayuda a Dios. Sus mofas llegan a tal grado que se burlan hasta de Dios y de Su palabra.
Pero el salmista continúa diciendo: “…mas no me he apartado de tu ley. Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y me consolé.” Aún con todo y las burlas el autor escogió obedecer Su Palabra, y escogió un sistema muy sencillo pero eficaz para sobrepasar estas crisis.
El salmista se puso a repasar lo que había vivido con anterioridad y cómo es que él había constatado de la fidelidad de Dios y dice el salmo que se consoló. Encontró un espacio y un lugar donde consolarse.
A todos nos pasa que se nos cruza en el camino algún soberbio y recibimos burlas y mofas, y debemos hacer lo mismo que el autor; seguir sin apartarnos de Su palabra y repasar todas las veces que hemos visto a Dios a través de Su palabra.
Armando Carrasco Z.