“…Por la fe entendemos que Dios creó el universo por medio de Su Palabra, de modo que lo que ahora vemos fue hecho de lo que no se veía…” Hebreos 11:3
Este pasaje es impresionante y nos habla del poder de las palabras que salen de la boca de Dios.
Es un versículo con el que podemos hacer un estudio acerca de la fe, pero lo que hoy vamos a ver no es si Dios hizo el universo o no. Lo que vamos a ver es que Dios lo hizo por medio de Su palabra.
¡No había nada! Y Dios con Su palabra creó todo. Lo hizo con el poder de su boca. Lo que vemos ahora; el cielo, las estrellas, el sol, la luna, la tierra y todo lo que en ella habita lo creo de la nada, solo con el poder de sus palabras.
Lo interesante de todo esto es que las palabras de Dios son invisibles. No se ven. Pero tienen un poder impresionante. Pero lo mas impresionante es que esas mismas palabras siguen teniendo poder en nuestras vidas. Cada vez que estás expuesto a Su Palabra –la Biblia- eres transformado por su poder.
Sus Palabras siguen teniendo poder, siguen teniendo su poder creativo, liberador y sanador en nosotros.
También es impresionante darnos cuentas que Dios nos hizo a Su imagen y semejanza y dentro de esa “imagen y semejanza” nos dio poder en nuestras palabras, lo que confiesas repercute directamente en tu vida.
“…El que ama la lengua comerá de sus frutos; ella tiene el poder sobre la vida y la muerte…” Prov. 18:21
Si confiesas vida estarás generando vida, si confiesas muerte estarás generando muerte.
Yo creo que la clave está en que acostumbremos a confesar no solo cosas buenas sino que aprendamos a confesar a Su Palabra que el poder se manifiesta mas poderosamente.
Busca Sus promesas, busca las perlas y los tesoros que están contenidos en Su Palabra y confiésalas… vas a ver los resultados.
Armando Carrasco