“…A decir verdad, ¿quién conoce los secretos del Señor? ¿Quién vio y oyó su palabra? ¿Quién ha estado atento a su palabra, y la ha escuchado?…” Jeremías 23:18 (RVC)
Es muy llamativo cómo empieza este pasaje, pero no nos vamos a detener para saber cuáles son los secretos de Dios… o si hay alguien que los sepa… donde nos vamos a detener el día de hoy es en la segunda parte… donde pregunta ¿Quién vio y oyó Su palabra?
La palabra de Dios se puede ver. Es posible ver Su palabra. No solo se puede escuchar sino que se puede ver.
Y es muy fácil. El hombre puede ver las obras del hombre. Un político que hace grandes cosas en su ciudad puede dejar un sello de lo que trabajó, al igual un empresario o un comerciante. Sus manos levantaron sus obras. Pero con Dios es muy diferente. Porque Su Palabra deja un testimonio visible de Su poder.
Toda la creación, todo lo que ven tus ojos, el cielo, las estrellas, el universo, el sol, la luna, la tierra fueron creados con el poder de Su Palabra. Dios hablo y se hizo.
Hay cosas que vemos que Dios sigue haciendo y podemos ver Su Palabra porque se va cumpliendo. Cosas que dice Su Palabra que se cumplen y en este momento no me estoy refiriendo a profecías. Me estoy refiriendo a tu propia vida.
Cuando permites que Su palabra actúe en ti, todo lo que dice en Su palabra se empezará ver en tu vida. Es una obra donde no son las manos de un hombre, es su palabra que se hace visible. La obra de su palabra no queda invisible, Él es el Dios invisible pero su obra es visible.
Dedícale un rato a ver y admirar Su Palabra en ti. Es claramente visible. No hay duda que Su Palabra se manifiesta. Mira puedo decirte que veas Su palabra por la paz que tienes. –si eres creyente claro- pero me voy a mas, ve en un espejo lo que refleja tu rostro. Su paz reflejada en tu rostro.
Si por alguna razón no has creído en Su poder, el el poder de Su Palabra te recomiendo que des un paso. –lo que se le llama un paso de fe- y le digas a Dios que Su Palabra more en ti y que trabaje en ti.
Pronto te vas a dar cuenta del enorme poder de ella en ti. Te vas a dar cuenta que Su palabra es real. Y que altera tu vida, le pone orden al caos. Y eso amigo, amiga, a fuerza tiene que ser visible.
Armando Carrasco